Aunque las personas que padecen de una depresión sonriente tienen una vida productiva, bromean y, en apariencia, son felices, diagnosticarla se torna difícil, ya que la sensación de estar bien les impide reconocer que tienen un problema del cual se originan pensamientos suicidas o deseos de llorar sin motivos evidentes.

Aunque puede parecer menos peligrosa, el doctor Ruben Paau, de la Consulta Externa del Centro de Atención Integral de Salud Mental (CAISM), la cataloga como más grave porque esas emociones dañinas se confunden con rasgos de la personalidad, debido a que no es normal estar tristes o pesimistas de forma recurrente.

Se diferencia de la depresión común o mayor en que presenta síntomas atípicos que incluyen aumento de peso y de sueño, dificultad para despertar en la mañana, sensación de pesadez en los brazos y las piernas, hipersensibilidad al rechazo o a la crítica y, en ocasiones, tiene picos muy elevados de euforia.

Puede surgir de la exposición a situaciones estresantes, pero también de conflictos en las relaciones interpersonales. Otro factor igual de determinante, que perjudica la capacidad para encarar retos y afecta el amor propio, es la baja autoestima, un mal propiciado por el uso continuo de las redes sociales.

La necesidad de mostrar una vida perfecta en esas plataformas, añade una carga de presión porque se infravaloran las circunstancias personales. “La comparación con los demás en las redes sociales puede generar un sentimiento de inadaptación y baja autoestima, lo que aumenta el riesgo de depresión y otros factores”, explicó Paau.

Uno de los tratamientos más eficaces para esta condición, además de los antidepresivos, es la terapia cognitivo conductual, en la que se aprenden habilidades para manejar las emociones negativas y se cambia el patrón de pensamiento.

Asimismo, el especialista recomendó realizar actividades físicas porque mejora el estado de ánimo y reduce los síntomas depresivos. A esto se añade mantener una dieta saludable evitando los alimentos procesados y altos en grasas, así como crear una rutina regular que incluya respetar las horas de sueño. “También es muy importante mantener una buena relación con amigos y familiares”, puntualizó Paau.