Por Lic. Edel López, asesor de Gerencia

Según la Organización Mundial de la Salud –OMS-, una adicción es una enfermedad física y psico emocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.

Lic. Edel López

Hoy en día, el consumo de alcohol y drogas no está confinado a un solo sector de la sociedad, pues se ha convertido en una epidemia que se ha ido extendiendo de manera alarmante, y en algunos casos, se maquillan publicitariamente para su aceptación y consumo como parte del diario vivir.

En el ámbito laboral el consumo de alcohol y drogas resulta ser un tema que tiene una elevada prevalencia, por lo que se hace necesario implementar políticas que estén  encaminada a prevenir o minimizar los riesgos laborales derivados por el consumo de estas sustancias con programas de prevención y apoyo, aportando información básica de referencia y que orienten al abordaje asistencial en especial de los trabajadores afectados.

Este es un tema que no solo atañe a los trabajadores, sino también a las empresas que deben brindar las condiciones necesarias para generar un ambiente de sana convivencia y productividad de sus colaboradores. La administración es responsable de informar por los diferentes medios sobre las políticas laborales (y sanciones) que deben ser atendidos, pero también, sobre los derechos que gozan los trabajadores. Los encargados de personal y de los departamentos, deben actuar apegados a la ética y a las políticas implementadas para atender aquellos casos que requieran de atención inmediata en relación a conductas y/o comportamientos sospechosos. 

La Unión Europea considera un objetivo básico de las políticas laborales la protección de la salud de los trabajadores mediante la prevención de riesgos directamente derivados del trabajo y de los riesgos que pueden afectar al rendimiento laboral. La Organización Internacional del Trabajo –OIT-, considera que el consumo de alcohol y de drogas es un problema que concierne a un número elevado de trabajadores y señala de sus efectos nocivos para la salud y rendimiento laboral (accidentes, sanciones, ausentismo, despidos). Sin embargo, existen las acepciones cuando se hace necesario el consumo de medicamentos (psicotrópicos) por parte de un trabajador, esto se debe notificar a la administración y bajo prescripción médica.

Ahora bien, cuando un trabajador persiste en mantener una conducta negativa a las políticas presentándose en estado de embriaguez o bajo influencia de drogas, el artículo 62 del código de trabajo señala como causa justa para despedir al trabajador que incumpla gravemente las prohibiciones de las que tiene conocimiento.