“Silvia Judith Real Méndez, ¿acepta a Eduardo Raúl Duarte Ayala como su esposo, con el fin de vivir juntos, procrear, alimentar y educar a sus hijos y auxiliarse entre sí?”. “Sí, acepto”, respondió la novia a la pregunta de la abogada Rosa Amparo Donis durante el matrimonio civil celebrado esta semana en el Hospital General de Accidentes “Ceibal”, donde él se encuentra hospitalizado desde hace dos meses tras sufrir un accidente en motocicleta.

Eduardo, de 27 años, fue arrollado el domingo 26 de abril de este año. A las 17:10 horas el joven salió de su casa, en la colonia San Luis, jurisdicción de San Pedro Ayampuc, pero diez minutos después lo embistió un automóvil conducido por una mujer de 30 años, por lo que sufrió lesiones graves y quedó en coma.

Los bomberos lo llevaron al Hospital General San Juan de Dios, ahí estuvo 15 días en el intensivo, hubo necesidad de amputarle las piernas, narró Silvia. Posteriormente, fue trasladado al Hospital General de Accidentes “Ceibal”, donde recibe tratamiento y se está recuperando.

Por este accidente que marcó la vida de Eduardo la automovilista aún permanece con arresto domiciliar, ya que el juez le impuso medida sustitutiva.

Comparten su felicidad en el IGSS

La pareja lleva dos años de convivir, pero decidieron contraer matrimonio y celebrar la boda en las instalaciones de este hospital del IGSS. “Nos amamos”, expresó emocionado Eduardo mientras tomaba de la mano a su esposa.  Los novios fueron acompañados por don Domingo Real, padre de Silvia.

El personal del Hospital General de Accidentes “Ceibal” se involucró en el enlace matrimonial para hacer de este acontecimiento un evento que perdure en la memoria de Eduardo y Silvia. De esa cuenta se organizaron para celebrar una boda romántica al aire libre, adornaron el área, hicieron un buqué para la novia y prepararon un refrigerio, tomando en todo momento las medidas de prevención para evitar contagios de COVID-19.