A los 4 años de edad, Rosy Itzol fue diagnosticada con un quiste óseo alojado en el fémur derecho, a la altura del área de carga de peso.

Al caminar e intentar correr la niña se caía, recuerda Etelvina Figueroa, mamá de Rosy. “Nosotros vivimos en Coatepeque, la calle allá es de tierra. Rosy se caía todo el tiempo y al principio creíamos que era por lo disparejo de la calle, pero con el tiempo vimos que también tenía molestias para caminar y se quejaba del dolor”, narró la madre.

El doctor Edson Zambrano, traumatólogo pediatra del Hospital General de Accidentes Ceibal, explicó que al examinarla se dieron cuenta de que Rosy había sido tratada en un hospital nacional y le habían colocado injertos, pero no funcionaron porque el tumor estaba de vuelta.

“Iniciamos el tratamiento, empezamos por colocarle un injerto de la cresta iliaca. Los injertos los colocamos en el área de peso y funcionó durante un tiempo, pero esos quistes tienden a volver a salir. Con el quiste de vuelta intentamos eliminarlo con otras técnicas avanzadas que sí funcionaron, indicó el doctor Zambrano.

Rosy sufrió una fractura lo que complicó su tratamiento, pero los médicos del IGSS lograron su pronta recuperación. Foto Prensa IGSS

Con los tratamientos implementados en el Hospital General de Accidentes el quiste empezó a ceder, sin embargo, hace 7 meses la niña sufrió una fractura, esta se localizó a 7 centímetros del quiste.

La fractura trajo como consecuencia la intervención urgente de los especialistas de traumatología pediátrica del IGSS, quienes hicieron una planificación preoperatoria y decidieron colocarle un clavo intramedular de reconstrucción con tornillos que van directamente hacia el cuello del fémur.

Este clavo permitió darle estabilidad a la paciente e hizo que el quiste remitiera. “Ya no tenemos la masa que tenía, el quiste ya no existe y la función de Rosy es totalmente normal”, resaltó el doctor Zambrano.

El quiste de Rosy desapareció este 2020 tras 10 años de tratamiento, por lo que el caso de la pequeña será dado como concluido en el hospital, esto será justo a tiempo para que en noviembre cumpla el sueño de celebrar sus 15 años con movilidad total de las piernas y sin ningún dolor.


Los médicos del IGSS lograron eliminar el quiste gracias al uso de tecnicas avanzadas. Foto Prensa IGSS

El caso de Rosy refleja el compromiso del Seguro Social por cumplir con su Política Preventiva y el Eje 1 sobre la Promoción de la Salud y la Prevención de la Enfermedad, que permite que los afiliados y derechohabientes del IGSS se recuperen a través de los tratamientos médicos adecuados.