“Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estilo de vida saludable significa estar bien física, mental y socialmente, es decir cuidar de nosotros mismos, tener hábitos que nos ayuden a prevenir enfermedades y mejorar nuestra calidad de vida”, explicó la nutricionista Rut Romero en una de las charlas de la segunda jornada de capacitación  “Estilo de Vida Saludable”, organizada por el Comité de Promoción y Prevención de la Salud del Hospital General de Enfermedades, ubicado en la zona 9.

Tener buenos hábitos involucra comer saludablemente, hacer ejercicios, sin embargo, desde hace algunas décadas los cambios en la alimentación y estilo de vida han tenido algunas repercusiones en detrimento de la salud causado por los horarios extensos de trabajo, el tipo de alimentación y la falta de ejercicio.

En estas jornadas participaron 500 trabajadores de este centro asistencial, en la que la profesional los exhortó a tener una alimentación que incluya un buen aporte de nutrientes como carbohidratos, grasas, líquidos, vitaminas y minerales. Comer frutas y verduras, bebidas o jugos naturales y tome al menos dos litros de agua pura cada día, así como limitarse en el consumo de azúcar y sal, al cocinar evitar el uso de consomé, sopas instantáneas, golosinas, gaseosas y carnes rojas.

Equlibrada

“Muchas personas hacen dietas y dejan de comer sin tomar en cuenta que de esta forma restan nutrientes a su organismo, por lo que se recomienda que su alimentación sea equilibrada, en la cantidad adecuada y que satisfaga las necesidades del cuerpo”, expresó la licenciada Romero.

La dieta debe incluir carbohidratos, los que proporcionan energía para realizar el trabajo y tener buen rendimiento, así como al hacer ejercicios. Las proteínas ayudan en la formación de músculos, cabello, piel y uñas. Además son necesarias para un crecimiento adecuado.

Las grasas ayudan a la formación de hormonas, membranas y la absorción de las vitaminas. Solo tenemos que  seleccionar el alimento adecuado que las incluya, ya que contienen nutrientes que el cuerpo utiliza como fuente de energía.

Antes de iniciar una rutina de ejercicios se debe consultar al médico, hay que tomar en cuenta la condición física, edad, salud y el ambiente en el que vive.