Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la hepatitis es una enfermedad infectocontagiosa responsable de altos niveles de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Causa inflamación de las células del hígado, lo que provoca una anormalidad en el funcionamiento del resto del cuerpo.

El Instituto brinda orientación y tratamiento contra esta enfermedad, potencial causante de cirrosis hepática y cáncer de hígado.

Aunque existen muchas variantes, las más comunes son las tipo A, B, C, D y E. La primera es causada por el consumo de alimentos y agua contaminada. El resto tiene su origen en las relaciones sexuales sin protección, contacto directo con sangre u otros líquidos corporales.

“Con un tratamiento adecuado se puede resolver el problema a largo plazo. Sin embargo, cierto porcentaje de los infectados se vuelve portador crónico y desarrolla cirrosis hepática y cáncer de hígado”, explicó el doctor Kevin Juárez, médico de la unidad Policlínica.

La hepatitis es una enfermedad infectocontagiosa responsable de altos niveles de morbilidad y mortalidad en todo el mundo

En ese sentido, Juárez indicó que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) ofrece tratamiento para cada una de sus variantes:

En el caso de la hepatitis A los síntomas son limitados y casi siempre de origen gastrointestinal: diarrea, náuseas, vómito, deshidratación y ojos y piel amarillos. Se combate con tratamiento sintomático por su espontánea resolución.

Las personas más vulnerables son las sexualmente activas y el personal sanitario.

Para la B se siguen esquemas de tratamiento por seis meses, en los que el 80 por ciento de los casos se logra erradicar, mientras que en la C se debe hacer pruebas complementarias para establecer la manera de combatirla.

Aunque el riesgo es latente en personas de todas las edades, las más vulnerables son las sexualmente activas y el personal sanitario que manipula objetos con restos de sangre u otros fluidos corporales, además de quienes se realizan tatuajes o piercings en lugares faltos de higiene.

El IGSS cubre dentro de sus esquemas de vacunación a recién nacidos: inmunización con pentavalente a niños a los 2, 4 y 6 meses, y una siguiente dosis al año de vida. El personal de salud también es vacunado contra la hepatitis B debido a la exposición que tiene con personas infectadas y desechos hospitalarios.