El sol es una principal fuente de vida, tiene beneficios para la salud física y mental, pero no debemos abusar a su exposición porque puede causar quemaduras o hasta cáncer de piel.
Pamela Cáceres, dermatóloga de la Unidad de Consulta Externa de Especialidades Médico Quirúrgicas Gerona del IGSS, informó que generalmente las quemaduras de sol son de primer grado, cuando la piel se presenta rojiza; las de segundo grado generan ampollas y las de tercer grado surgen si la persona se expone al sol por ocho horas directamente.

Una quemadura solar surge por la exposición a la luz ultravioleta (UV) que penetra hasta las capas profundas de la piel. Los síntomas pueden aparecer horas después y afecta más a las personas de piel blanca, señaló la profesional.

“Debemos tomar en cuenta que una quemadura puede ameritar un traslado al hospital porque los efectos no solo se ven en la piel, sino también hay insolación por la resequedad del área afectada”, destacó la experta.

Los niños, adultos mayores, quienes consumen medicinas como inmunosupresores, pacientes con lupus, artritis o con un trasplante corren riesgos de mayor gravedad o de padecer otras complicaciones.

Para disfrutar del sol tranquilamente, Cáceres recomendó utilizar siempre, en cualquier época del año, un bloqueador solar arriba del factor 30 y utilizar sombrero o sombrilla; así como utilizar aloe vera o una crema hidratante neutral, sin color ni perfume, para la hidratación de la piel herida.

Síntomas

La piel se siente caliente al tacto, se manifiesta sensibilidad en el área expuesta, picazón, hinchazón, ardor en los ojos o sensación de arenilla. Si las quemaduras de sol son graves el área afectada puede llenarse de ampollas; además de presentar dolor de cabeza, fiebre, náuseas y fatiga.