Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año en el mundo ocurren más de 800 mil suicidios. En Guatemala durante los últimos cinco años se han reportado 2,261, situación que ha aumentado en adolescentes, de los cuales un 74% son hombres. Un 43% de estos suicidios se registraron en el hogar.

Es importante reconocer los síntomas cuando un familiar tiene tendencias suicidas, así como saber brindarle la ayuda oportuna, por esa razón recientemente la psiquiatra María Elisa Argueta, del Hospital General de Enfermedades, impartió la charla “Prevención del suicidio” como parte de las actividades del Comité de Promoción y Prevención, de este centro asistencial.

A criterio de la profesional, existen varias causas que pueden llevar a una persona a tomar la decisión de suicidarse, como por ejemplo padecer una enfermedad crónica, tener trastorno bipolar, la psicosis, la depresión, el consumo de sustancias, el alcohol, las drogas, crisis económica, muerte de un ser querido, término de una relación sentimental, violencia física, verbal, psicológica, sexual.

Cuando una persona piensa en suicidarse no le cuenta nada a nadie, pero presenta indicios que pueden ser alertas para la familia, el hecho de decir “me quiero quitar la vida”, “prefiero no despertar” o “debería estar muerto”. Otros tienen conductas autodestructivas y propician accidentes, no usan casco al manejar moto, conducen a excesiva velocidad.

La profesional enfatizó que si se detectan estos síntomas en un familiar, se debe evitar dejar armas a su alcance, tijeras, cuchillos, lazos, medicamentos o insecticidas. Si la persona se aísla del grupo, háblele con amor y haga que comparta en familia, trate que tenga un estilo de vida saludable, que se alimente sanamente y haga ejercicio. En casos de riesgo hay que solicitar tratamiento médico y psicológico.