Uno de sus expertos explicó que los países que actuaron en esa línea están reformando sus iniciativas porque no lograron su objetivo.
En un momento donde ciertos sectores en Guatemala plantean la privatización de las pensiones a través de un modelo de capitalización individual, los países que optaron por ese camino están revirtiendo esas reformas en sus sistemas de seguridad social.
Así lo recordó el especialista en seguridad social de la Organización Mundial de Trabajo (OIT) Helmut Schwarzer, al atribuir esa tendencia a la falta de resultados favorables.
Q30 MILLARDOS LE DEBE EL ESTADO EN SU PAPEL DE PATRÓN AL IGSS.
En el caso de Guatemala, el experto recomendó construir un modelo donde el sector privado complemente las pensiones y servicios que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) presta. La idea es que quien quiera más que el tope de lo que el sistema público ofrece, busque un ahorro complementario por medio del sistema financiero.
En ese sentido, el presidente de la Junta Directiva del IGSS Carlos Contreras invitó al sector privado a que participe con servicios que será necesario externalizar. Afirmó que “la seguridad social no es privatizable. Lo que hay que mejorar son los controles y los procesos para que todo funcione como debe”.
El modelo chileno
Uno de los sistemas que desde el principio se puso como referente para Guatemala fue el chileno, por sus supuesta alta rentabilidad para los contribuyentes. Pero la realidad es que desde julio el país sudamericano enfrenta fuertes protestas contra las Administradoras de Fondos de Pensiones.
Gonzalo Cid Vega, jefe de la dirección de estudios del Ministerio de Trabajo de Chile, explicó que han sido necesarios grandes aportes del Estado para complementar las bajas pensiones privadas que reciben los trabajadores. Y recomendó a Guatemala que no trate de imponer esquemas de otros países .
Además, advirtió que los sistemas de capitalización requieren estabilidad laboral durante muchos años, acompañado de altos niveles de ingreso para poder lograr fondos suficientes para un retiro digno. Los trabajadores chilenos aportan el diez por ciento de sus ingresos.
Según sus cifras, el sistema privado entrega pensiones a 1.1 millones de personas. Además de los 600 mil cotizantes del sistema antiguo. De ese total, casi 1.4 millones reciben subsidio. Desde 2010 hasta ahora, las rentabilidades promedio es del 3.7 por ciento y podría bajar. Pero en ese mismo periodo la rentabilidad sobre patrimonio de las empresas administradoras de los fondos llega al 27 por ciento.
Ampliar los afiliados
Entre los planes para 2017, el IGSS quiere incorporar a los trabajadores de las empresas con menos de tres trabajadores, los profesionales y los pequeños contribuyentes. Podrían ser 800 mil nuevas altas.
Fuente: El Periódico
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